Hace aproximadamente dos mil años, China desarrolló la técnica del cultivo de árboles en
pequeños recipientes para fines ornamentales y religiosos.

Estos árboles en miniatura se
conocían como «penjing», que significa «paisaje en bandeja». Los penjing chinos
influenciaron el desarrollo del arte del bonsái en Japón, donde esta técnica evolucionó
dando origen a su terminología actual, «bon» que significa «bandeja» o «recipiente», y «saí»
que significa «árbol» o “planta”.
MOMENTUM es una exposición fotográfica que nos introduce al fascinante mundo de los
bonsáis. El reconocido fotógrafo David Romero nos presenta en esta muestra la esencia
de 22 bonsáis de la colección del Real Jardín Botánico (RJB), capturados de manera
singular, despojándolos de sus macetas para relacionarnos con ellos como lo que son
“pequeños, pero a su vez grandes árboles”. Al retirar la maceta, el artista nos propone
empatizar y establecer un diálogo cercano con la naturaleza para recordar que somos parte de ella.

Esta muestra recoge el trabajo de más de un año y medio de investigación del fotógrafo
David Romero, realizado en el Real Jardín Botánico, en colaboración con el conservador
de la colección de bonsáis, Alex Gómez López.

Las fotografías de Romero trascienden el aspecto físico de los bonsáis, transportándonos a
un mundo poético donde el tiempo adquiere una dimensión especial. Cada imagen captura
un momento determinado del año en el que el árbol y su entorno se fusionan, suscitando
las características particulares de cada ejemplar. La atención al detalle y el uso magistral
de la luz revelan las texturas y las tonalidades sutiles de las hojas, flores y cortezas,
invitándonos a apreciar la belleza efímera de estos cambiantes seres vivos.

A través de la luz, el enfoque y la composición cuidadosamente elegida, Romero resalta la
singularidad y el carácter de cada árbol, revelando también la dedicación y el cuidado de
cada uno de estos ejemplares, a cargo del conservador de la colección.

Esta exposición nos inspira a apreciar la fragilidad, la delicadeza y la belleza efímera de la
vida, así como a buscar momentos de serenidad y contemplación en nuestro propio viaje.

Yessica Hernández