Esta exposición reúne la obra creativa de tres mujeres artistas, quienes, valiéndose de técnicas y soportes diferentes, nos presentan 3 distintas maneras de afrontar las incertezas de la vida. Vidrio, tela y papel; esmaltes, óleos y acuarelas, confluyen en esta muestra, haciendo de ella un lugar de encuentro de lo matérico y lo sutil.

Elke Mc Donald, Leonor Berlanga y Marissa Castro, recrean, de manera estética, diversos aspectos de la realidad y lo espiritual, ligados en lo cotidiano.

Elke McDonald se sirve de la figura y el color para establecer una conexión con el observador. De pincelada expresionista, sus imágenes visuales toman forma en el lienzo, con colores que se mezclan en la tela o en el pincel, nunca en la paleta. Este empaste cromático concede a su obra luminosidad y textura. En sus cuadros convergen sus seres queridos, la naturaleza y la fe, como baluartes que la -y nos- sostienen.  

Leonor Berlanga, a través de la abstracción de las imágenes y las palabras nos remite a lo etéreo. Sus formas, predominantemente circulares, representan la transformación, un camino espiritual hacia el interior de uno mismo. En su obra se exploran diversas materias y soportes, hilos, telas, papel, acuarelas y otros pigmentos, dando origen a una nueva expresividad armonizada por colores que reivindican lo femenino, la fortaleza de lo sutil.

En la obra de Marissa Castro convergen la narración y el azar, historias pintadas sobre trozos de vidrio, horneados en alta temperatura, donde las mezclas del color son resultado de la fortuna, de la interacción de los esmaltes y el calor. El vidrio no permite corregir, las imperfecciones se vuelven parte de la obra, una alegoría de lo que nos ocurre en nuestra propia vida. Sus personajes femeninos nos transmiten sus emociones a través del color que envuelve sus oficios, la exuberancia de sus cabellos o sus gestos.

Mujeres representadas y creadoras confluyen en esta muestra para hacernos aceptar y disfrutar la adrenalina de lo incierto.

Yessica Hernández
Comisaria